20.12.2015 | El jefe del sindicato de los mecánicos, Ricardo Pignanelli, reclamó que "el Gobierno tenga una primera acción fundamental dirigida al movimiento obrero: despidos cero". Advirtió que en su sector tienen "posibilidades de perder puestos de trabajo" aunque remarcó que "nosotros lo estamos conteniendo".
El jefe del sindicato de los mecánicos, Ricardo Pignanelli, afirmó que "todas las medidas que se tomaron hasta el momento fueron las que necesitaba el mercado" empresarial, agrícola ganadero y financiero, por lo que reclamó que "el Gobierno tenga una primera acción fundamental dirigida al movimiento obrero: despidos cero”.
Pignanelli advirtió que en su sector tienen "posibilidades de perder puestos de trabajo" aunque remarcó que "nosotros lo estamos conteniendo".
"Pero es necesario que el Gobierno tenga la primera acción fundamental dirigida al movimiento obrero, el primer decreto, diría yo. Porque para llegar a la pobreza cero tenemos que tener trabajo. Entonces lo primero que necesitamos es cero despidos. Partamos de cero despidos y después empezamos a discutir todo", demandó el secretario general de SMATA.
En una entrevista que publicó Página 12, el sindicalista sostuvo que "es importante que el Presidente arranque su gobierno con despidos cero" y señaló que "esa es la primera medida que hay que tener, para después sentarnos a arreglar todo lo demás".
"Más allá de que todas las medidas que se tomaron no le llegaron aún al pueblo trabajador, hay que apretar los dientes y esperar para ver si este cambio que se planteó es el cambio que estaba esperando la gente. Todas las medidas que se tomaron hasta ahora no reflejan ese cambio. Pero hay que darle un tiempo de gobernabilidad tranquila para que el pensamiento de los que están gobernando no se altere con conflictos que todavía no se deben hacer", reflexionó.
Al respecto, opinó que al gobierno de Mauricio Macri "tenemos la obligación de darle los 100 días para ver el resultado de todas las medidas que tomó más todas las que aún tiene que tomar".
Sobre el objetivo del gobierno de lograr un acuerdo social, Pignanelli evaluó que "el único pacto social posible es el que se hace entre tres partes: los formadores de precios, los empresarios; la Confederación General del Trabajo y el Estado".
"Eso sólo lo logró hacer funcionar Perón con un poder político muy fuerte en las tres patas", enfatizó el gremialista, y recordó que "era un pacto social muy bien planificado, con acuerdos cuatrimestrales en salarios y precios que aumentaban en función de eso, todo discutido en la misma mesa, viendo la plantilla de costos".
Pignanelli aseguró que "un pacto social requiere un modelo integrador donde todos nos sintamos contenidos y progresemos".
Sobre esta cuestión el secretario adjunto de SMATA, Mario Manrique dijo que el pacto social "es una charla que hay que dar, pero primero hay que analizar que país queremos".
Por otra parte, sobre la eventual unidad del movimiento obrero, Manrique diferenció "una cosa es unirse y otra cosa es juntarse". "Unirnos nos deberíamos unir por objetivos comunes y con unidad de concepción, cosa que hoy es muy difícil porque todavía siguen persistiendo las mismas cuestiones que nos dividieron. Prometer hoy unidad es más una declamación política que una realidad", alegó.
El jefe del sindicato de los mecánicos, Ricardo Pignanelli, afirmó que "todas las medidas que se tomaron hasta el momento fueron las que necesitaba el mercado" empresarial, agrícola ganadero y financiero, por lo que reclamó que "el Gobierno tenga una primera acción fundamental dirigida al movimiento obrero: despidos cero”.
Pignanelli advirtió que en su sector tienen "posibilidades de perder puestos de trabajo" aunque remarcó que "nosotros lo estamos conteniendo".
"Pero es necesario que el Gobierno tenga la primera acción fundamental dirigida al movimiento obrero, el primer decreto, diría yo. Porque para llegar a la pobreza cero tenemos que tener trabajo. Entonces lo primero que necesitamos es cero despidos. Partamos de cero despidos y después empezamos a discutir todo", demandó el secretario general de SMATA.
En una entrevista que publicó Página 12, el sindicalista sostuvo que "es importante que el Presidente arranque su gobierno con despidos cero" y señaló que "esa es la primera medida que hay que tener, para después sentarnos a arreglar todo lo demás".
"Más allá de que todas las medidas que se tomaron no le llegaron aún al pueblo trabajador, hay que apretar los dientes y esperar para ver si este cambio que se planteó es el cambio que estaba esperando la gente. Todas las medidas que se tomaron hasta ahora no reflejan ese cambio. Pero hay que darle un tiempo de gobernabilidad tranquila para que el pensamiento de los que están gobernando no se altere con conflictos que todavía no se deben hacer", reflexionó.
Al respecto, opinó que al gobierno de Mauricio Macri "tenemos la obligación de darle los 100 días para ver el resultado de todas las medidas que tomó más todas las que aún tiene que tomar".
Sobre el objetivo del gobierno de lograr un acuerdo social, Pignanelli evaluó que "el único pacto social posible es el que se hace entre tres partes: los formadores de precios, los empresarios; la Confederación General del Trabajo y el Estado".
"Eso sólo lo logró hacer funcionar Perón con un poder político muy fuerte en las tres patas", enfatizó el gremialista, y recordó que "era un pacto social muy bien planificado, con acuerdos cuatrimestrales en salarios y precios que aumentaban en función de eso, todo discutido en la misma mesa, viendo la plantilla de costos".
Pignanelli aseguró que "un pacto social requiere un modelo integrador donde todos nos sintamos contenidos y progresemos".
Sobre esta cuestión el secretario adjunto de SMATA, Mario Manrique dijo que el pacto social "es una charla que hay que dar, pero primero hay que analizar que país queremos".
Por otra parte, sobre la eventual unidad del movimiento obrero, Manrique diferenció "una cosa es unirse y otra cosa es juntarse". "Unirnos nos deberíamos unir por objetivos comunes y con unidad de concepción, cosa que hoy es muy difícil porque todavía siguen persistiendo las mismas cuestiones que nos dividieron. Prometer hoy unidad es más una declamación política que una realidad", alegó.

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